martes, 21 de junio de 2016

Algo muy personal

Y que me aviento más de un mes sin actualizar el blog, pero bueno, así son las cosas. A veces uno de forma voluntaria decide hundirse y luego salir del agujero cuesta mucho, pero que mucho trabajo. En este tiempo me esforcé mucho en ponerle en la madre a mi seguridad, repitiéndome una y otra vez que no era lo suficiente, diciéndome que todo cuanto hacía estaba mal, insistiendo en que nunca llegaré a ningún sitio y me llené la cabeza de realidades alternas en las que todo se "arreglaba" si yo, bueno, desaparecía. Me encerré en el dolor, me empecé a sentir vieja, como si el fin de mi vida estuviera cerca. Muy de la chingada. Rumiando mis penas empecé a desmenuzarlas, traté de entender la razón por la cual me hacían tanto daño, al final es relativamente sencillo: yo lo permití. Ahora estoy luchando por recuperar terreno, soltando responsabilidades que no me corresponden, enfrentando mis temores, haciendo cosas buenas por mi, aunque algunos días todavía sienta que no las merezco. No me voy a rendir. Quería escribirlo y pues, aquí está, la flamante entrada al blog, sé que tal vez no dice mucho, pero no se preocupen: amenazo con volver.