lunes, 21 de febrero de 2011

El eco.

Camargo miraba los documentos pensativo.
"10:45PM. Inicio el recorrido del sector 74-G." Era así como iniciaba el reporte del elemento 203-A-51, García. El sector 74-G siempre le había causado problemas, por alguna razón nunca había elementos que duraran, pedían un cambio al poco, sin dar mayor explicación, hasta tres días antes, cuando García se presentara a renunciar, con un informe que poco tenía que ver con lo que le relató.

-Señor, no puse nada de esto en el informe porque sabe Usted que estaría fuera de lugar. Simplemente no sé dónde poner esa información, por eso es que le he contado todo-Dijo García antes de retirarse.

"11:00 PM. Comienzo la revisión en el área clausurada del sector 74-G" Continuaba el reporte.

-Ahí no había mucho, Camargo; al final de las oficinas, una puerta que sabíamos tenía varias semanas de la última inspección. Detrás de ella un largo corredor, sin ventanas con cajas de archivo muerto apilado a ambos lados.

-¿A dónde quiere llegar con esos detalles, García?

-Ya sé porqué se van. Camargo permítame continuar. Revisé hasta el fondo, sin encontrar nada relevante, llegué a la puerta y procedía a cerrrarla. Es una puerta vieja, muy pesada, por ser un acceso que no se usa, no recibe mantenimiento; al cerrarla claramente escuché caer algunas cajas, por lo que abrí de inmediato, pero nada, todo estaba en su lugar. Juro que escuché el golpe de la puerta al cerrarse rebotar contra el muro del fondo, el rechinar de las bisagras hizo que se me erizara la piel. Sé que esto puede parecer que no tiene relación con la rotación de personal, pero le aseguro, vale la pena escuchar.
Di unos pasos y parecía que el eco se acercaba- continuó García- intenté conservar la calma, imagine lo absurdo que habría sido incluir en el informe el miedo que sentí. Respiré profundo y seguí el recorrido. Al llegar al cruce con el siguiente pasillo tuve una sensación inexplicable, entré en estado de alerta sin un riesgo visible. Al apagar la primer luz el nervio incrementó. Seguí avanzando en el recorrido. Un corredor de oficinas a mano derecha. Verifiqué que las oficinas estuvieran cerradas, a medio pasillo estaba el siguiente interruptor, que dejaba en penumbra el corredor entero, encendí mi lámpara. Comencé a sentir cómo se me aceleraba el corazón...

"11:15PM. Primer pasillo de oficinas." Camargo hizo una pausa, pensando lo extraño que era relacionar el informe con la historia de García, ya que nada tenían que ver.

-Di vuelta a la izquierda en el siguiente corredor- dijo García- cada paso que daba incrementaba la sensación de que "algo" me seguía, aún escuchaba el eco de la puerta. No estaba solo, una presencia se acercaba. El corazón se me aceleró, las manos comenzaron a sudarme, apreté el paso. El corredor de las bodegas en las que se almacena el inventario de electrónica. Me sentí observado. La presencia se hizo más grande, las llaves en mis manos tintineaban. Cada luz que apagaba, cada paso, crecía "eso" que me seguía. El sudor corría por mi frente.

"11:30PM. Sala de informática."

-Al pasar por el área de informática, iba al trote, la urgencia por salir me invitaba a no revisar más. Pero en este tiempo he sido un buen elemento. Entré a la sala de informática, apagué las luces, cerré la puerta, tenía ya la respiración agitada, "eso" ya estaba cerca. Llegué al final del corredor, di vuelta a la izquierda, en el pasillo de la sala de juntas. A oscuras el lugar se veía tétrico y con la sensación de peligro inminente me horrorizó. Crucé rápidamente el corredor, cerré las puertas, aquello venía por mí, estaba cerca; quería gritar, pero sabía que nadie vendría, intenté usar el radio, pero parecía no funcionar, lo que sea que ahí estuviera no me permitía comunicarme con los elementos de los sectores cercanos.

-La presencia en mi mente iba tomando forma- dijo García- era un hombre de pesadas pisadas, brazos fuertes, muy alto y venía por mí, furioso. Corrí, llegué al comedor, apagué las luces, el sudor ya mojaba mi camisa, cerré las puertas, escuchaba ya mi propio corazón. Estaba a tan sólo dos puertas de finalizar el recorrido, crucé la primera y escuché ruido en el comedor, como si lanzaran los muebles contra la pared, no me importó, no podía darme el lujo de volver a revisar, aquello estaba cerca y el eco del pasillo clausurado iba aumentando, lo escuchaba como si estuviera a mi lado. Dando traspiés crucé la penúltima puerta y con torpeza la cerré, seguí corriendo, apagué las luces, escuché como si alguien golpeara con el puño en el muro; llegué a la sala de espera, sentía ya la desesperación, el miedo, como si hubiese hecho algo y vinieran a castigarme. Llegaba ya a la última puerta, a tan sólo unos pasos y escuché la puerta que acababa de cerrar abrirse de golpe, el corazón se me saldría de un momento a otro y las lágrimas no me dejaban ver claramente. En un intento desesperado por alcanzar la puerta y ponerme a salvo, corrí más de prisa; los nervios me traicionaron, tropecé, las llaves se me cayeron, no las encontraba, era tarde: aquello estaba ahí, pude sentir cómo venía sobre mí con toda violencia. Cerré los ojos... nada pasó ni siquiera una leve sacudida. Tomé la lámpara y busqué las llaves, que todo el tiempo estuvieron junto a mi mano. Cerré, termine mi reporte y ahora estoy aquí. Renuncio, no pienso volver nunca al sector 74-G.

"Sin novedad" Concluía el informe. Camargo notó el trazo irregular, evidentemente provocado por el estado nervioso, recordó la palidez de García.

Hacía tres días de ese evento, nadie había vuelto al 74-G, el sector más pequeño y problemático del complejo industrial.

-Camargo, deberías echar un vistazo a esto- dijo uno de sus compañeros y le acercó unas hojas.

-Gracias, Ramirez-Dijo tomando los papeles.

Era la historia de un asesinato cometido muchos años atrás en el sector 74-G, mucho antes de ser
un complejo industrial, las líneas narraban la forma violenta en que un padre cegado por la ira había matado a su hija, para luego suicidarse. Pero fue al llegar a la siguiente hoja que se le heló la sangre, era un recorte del periódico, García se había suicidado el día anterior, después de asesinar a su familia...